30 abril 2008

Treinta y un años

Treinta y un años después,
Saconita nos enseña el presente de
aquel cuarto de baño tan frío y duro.

29 abril 2008

Del Modiño II al AMF


Del Araner al Modiño II y de éste al AMF. De dos mil siete a dos mil ocho. De Sanjenjo a Sada. Aquella vez fuimos cinco y quedamos tres. Nació Tomás en un madrugada apresurada y allí se fue el compañero curtido y risueño.
Navegamos hacia Sada por el asfalto, esquivando la despoblación y el sueño. Con un recopilatorio de los viejos gustos y los amables acordes. Nos espera un barco blanco y la ilusión épica de cruzar el océano hasta donde no hay ni horarios ni problemas. Hacia Ferrol hay dos castillos que saludan agotados nuestro paso. Una pareja de buques de la Armada miran con descaro su relevo tecnificado y potente. Tomamos Mugardos y nos cobramos un botín de salpicón, pulpo, jibia y navajas, el rey de los postres y alguna cosilla más. La mar es amable, nos mece y aturde y de paso nos carga el curricán con esos peces atigrados, tiesos y un poco tontos. Total, cuatro.
Le damos tres cuartos de vuelta a la Torre de Hércules y otro tanto a la de Control del puerto de La Coruña, huimos de la niebla y enfilamos a media vela el atardecer de los sueños rotos, entre barcos de treinta pies y ondas de baja frecuencia que marcarán nuestro descanso. Antes, el porroncillo dulce y la tortilla perfecta, otra vez el pulpo, unas fantásticas almejas fritas, los chipirones, más salpicón y un beso de queso con membrillo. Y sí, mil chistes y diez mil carcajadas. Hablo con ella dos años después, todo está en orden. Después, como una tripulación anegada de grog que no prueba el alcohol, caminamos golpeándonos los hombros camino de nuestros nichos, al abrigo del puerto, entre recuerdos de la familia y la esperanza de un domingo sin nubes.
Desayunamos en tierra y salimos a buscar el viento. Encontramos una nube hosca que más adelante nos castigará. Fondeamos en Redes, y sujetos por un ancla paseamos nuestra vista por unos mejillones congelados y un pan no lo bastante elástico como para hurtarnos el placer de una comida de rudos lobeznos de mar, que tampoco hay que pasarse.
La lluvia pone el prólogo a otra navegación distinta, entre rayas continuas y radares como barracudas. Para otro año, como siempre, la singladura pendiente hasta Nueva York.

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¡Lo conseguí!


Sólo queda leérmelo, que me guste,
y seguir con El asesino pálido y Réquiem alemán.

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En la galerna

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22 abril 2008

Tú te depilas....


...ellos se encienden.
(publicidad en la carta de un restaurante de Santiago)

21 abril 2008

Lo que os queda

Podéis calcularlo aquí.
(gracias, David)

20 abril 2008

Danny Federici (1.950-2.008)

18 abril 2008

Fuerza y ternura

Pepe. Tío Pepe. Lo dije alguna vez, el tío descomunal y bueno. Desde hace días su recuerdo borbotea en mi cabeza levemente magullada y cinco veces remendada. Su bondad, tan desproporcionada como su fuerza, su sentido del humor y su socarronería están cosidos con trazo firme en las entretelas de mis primeros quince años.
Era el elemento impar de cinco hermanos, a medio camino entre mayores y pequeños. Comía cuando merendábamos y merendaba cuando terminábamos la cena. Veo sus manos, limpias, fuertes, firmes; la espalda de John Wayne bajo la guayabera gris; el arsenal de bolígrafos junto a la libreta de espiral. El ojo congelado y la media sonrisa que espera tras el dardo recién lanzado. Una montaña de cariño que cruza un río en invierno para ganar una apuesta que luego no se cobrará.
Lo vi sacar a pulso un coche atascado en el barro y lo soñé sufriendo tras el accidente en Marruecos; oí el llanto de su madre y el grito de su hermana. También lo escuché cantar en árabe falso con dos cebollas a la cintura y el pescuezo rojizo por el sol del alto de Quirós.
Sí, también me enseño prodigios. Muchos. Por aquel ojo entre las nubes abrirá la tarde. Y así fue, una tarde esplendorosa. En Tuiza bebí leche recién hurtada a una vaca pacífica. Tenía las llaves de todas las casas de las aldeas del concejo. Nunca fui mejor recibido que cuando crucé con él los umbrales de aquellos hogares donde dejó un sello inolvidable de afecto, bonhomía y desapego. Estuve en el tribunal y en el bodegón, conocí la andoya y me emborraché de Kas de naranja. La colección de navajas que nos enseñaba con una mezcla de orgullo y timidez, ese imán que entretenía a aquellos niños que lo admirábamos y queríamos. En mi caso, desde la tarde que pasé sentado en su pétreo muslo sin haber cumplido todavía dos meses.
Cuando hablan de aura quizá se refieran a eso, a aquella luz que me regaló el sol que asomaba tras él después del chaparrón, paseando hacia la Vega del Ciego. Allí, al trasluz, lo entendí. Se puede ser fuerte y esparcir ternura. La de Pepe, nuestro tío Pepe.

La soberbia

17 abril 2008

Yo también soy un viajero

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Más sobre Bruce

Lo explica bien Julio aquí.

16 abril 2008

Bruce se moja

Campos abiertos

Donde la inteligencia, el espíritu crítico
y la honestidad respiran aire puro.
A campo abierto.

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14 abril 2008

La historia del capitán Charles B. McVay III

Quien ha visto Jaws nunca olvidará la historia del USS Indianapolis relatada por Quint:

Japanese submarine slammed two torpedoes into our side, Chief. We was comin' back from the island of Tinian to Leyte... just delivered the bomb. The Hiroshima bomb. Eleven hundred men went into the water. Vessel went down in 12 minutes. Didn't see the first shark for about a half an hour. Tiger. 13-footer. You know how you know that when you're in the water, Chief? You tell by looking from the dorsal to the tail. What we didn't know, was our bomb mission had been so secret, no distress signal had been sent. They didn't even list us overdue for a week. Very first light, Chief, sharks come cruisin', so we formed ourselves into tight groups. You know, it was kinda like old squares in the battle like you see in the calendar named "The Battle of Waterloo" and the idea was: Shark comes to the nearest man, that man he starts poundin' and hollerin' and screamin' and sometimes the shark go away...but sometimes he wouldn't go away. Sometimes that shark he looks right into ya. Right into your eyes. And, you know, the thing about a shark...he's got lifeless eyes. Black eyes. Like a doll's eyes. When he comes at ya, doesn't seem to be living...until he bites ya, and those black eyes roll over white and then...ah then you hear that terrible high-pitched screamin'. The ocean turns red, and despite all the poundin' and the hollerin', they all come in and they...rip you to pieces. You know by the end of that first dawn, lost a hundred men. I don't know how many sharks, maybe a thousand. I know how many men, they averaged six an hour. On Thursday morning, Chief, I bumped into a friend of mine, Herbie Robinson from Cleveland. Baseball player. Bo'sun's mate. I thought he was asleep. I reached over to wake him up. Bobbed up, down in the water just like a kinda top. Upended. Well, he'd been bitten in half below the waist. Noon, the fifth day, Mr. Hooper, a Lockheed Ventura saw us. He swung in low and he saw us...he was a young pilot, a lot younger than Mr. Hooper. Anyway, he saw us and he come in low and three hours later a big fat PBY comes down and starts to pick us up. You know that was the time I was most frightened...waitin' for my turn. I'll never put on a life jacket again. So, eleven hundred men went in the water; 316 men come out and the sharks took the rest, June the 29th, 1945. Anyway, we delivered the bomb.

En Un barco más grande, interesantísimo blog dedicado a pequeños y grandes traspiés de la Humanidad, conocí la historia completa, la de la infamia desencadenada contra el capitán Charles B. McVay III, también la del tesón de Hunter Scott, el muchacho que consiguió que lo rehabilitaran años después de su muerte.

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Persépolis (2.000)


Qué despliegue de inteligencia, serenidad y arrojo.

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Salsa americana

La marejada de los días nos deja en la orilla. Exhaustos, expectantes, con muchas equis a nuestro alrededor. El viernes es un musical sin orden ni concierto protagonizado por una niña que se suelta la media melena. Buscamos plumas en el frío del sábado y la iglesia de la Veracruz nos regala un abrazo con don Blas de Lezo vestido de primavera. Tomamos un vino helado y casi apostamos sobre las edades propias y ajenas.
Llega el atardecer y el encuentro entre luces indirectas y playlists susurrantes. Jamón ibérico, solomillo rebozado para los peques, un debut con empanada de morcilla de Villada, brillante, sabrosa, colosal; bugres en salsa americana, picante, viva, real; budín de chocolate y mermelada amarga de naranja, estruendoso, fantástico; Lealtanza y Protos; ron Liberación. Me piden un cuento del conejo Pepe y allá lo suelto en pleno combate contra los párpados agotados.
Una dentellada que es una despedida. Un cuaderno rojo que es memoria de los días. Aplausos para el primer libro terminado. Un abrazo en la madrugada. Sigamos.

10 abril 2008

¿Cuánto vale este diario?

08 abril 2008

¡Noticias! ¡Noticias! ¡Ha salido Noticias!

Charlton Heston (1.924 - 2.008)

Fue contratado por el FBI para simular la voz de Dios
en las negociaciones de la crisis de Waco,
aunque no llegó a intervenir.

Inventó a Indiana Jones.


Le sea la tierra leve.

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07 abril 2008

Santiago

Quince mil kilómetros o una tortura sobre tres asientos. Un viaje dedicado a la arquitectura con el regalo de la conversación y el asombro. Entre el pasmo de mil peluquerías, de diez mil farmacias, de cien mil montañas.
Un pedestal elefantiásico para un pequeño libertador que observa desenfocado una ciudad que madruga entre demostraciones de aviones de última generación y colas en los CRS.
Retícula modernista y arquitectura a saltos entre los modos 2.0, la soberbia neoconquistadora y el gusto internacional y atrevido. Se buscan récords y se abren las puertas ventilando el orgullo y cambiándolo por un pragmatismo de principios de siglo, de este siglo que se adorna entre pitidos de Blackberrys, coches coreanos lowcost y la obsesión por la salud, ¡ay, la salud!
Con el pasado en una Casa reconvertida en atrio de la Cultura y el futuro en la mirada de dos niños, uno de ojos achinados y el otro con un suéter con escudo, Chile diseña un itinerario entre sábanas de cobre, centrales hidroeléctricas que descargan polémica y hospitales encamados sobre aisladores antisísmicos full equip.
La autopista Americo Vespuccio tiene un ritmo marcado por los pitidos que confirman el paso del peaje. Envuelve parte del corazón de Santiago, aunque la ciudad se desborda más allá de cualquier límite. Casas humildes y tapias medrosas. Academias para el acceso a la Universidad y ésta última en varias versiones. Ciudad para acomodados y ciudad para los que no lo son y casi no aspirar a serlo. Una mirada hacia Europa, ese recinto sin fronteras que vive ajeno a las macrociudades, futuro y destino de los habitantes del mundo. Un modelo para imitar, un diorama de museo, experimento de la protección social y un recinto de bienestar acotado para los que cobran en euros.
Sí, pisé las calles de Santiago. Tengo que volver.

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