30 agosto 2024
26 agosto 2024
Veintiséis de agosto
25 agosto 2024
Veinticinco de agosto
20 agosto 2024
Veinte de agosto
18 agosto 2024
Diecisiete de agosto
Caminé la playa, volví a Eden Park y me comí una ensalada y pollo, largamente marinado, al horno.
Recorro Visitation Street, qué será de todas aquellas vidas, que será de nuestras vidas cuando acaben de leer la novela en la que salimos.
Tarde bochornosa, me subo a un autobús camino de Villaviciosa para celebrar sesenta años.
Nació una niña. Mi pensamiento salta raudo de la madre hacia los que no la conocerán.
Bienvenida, A.
14 agosto 2024
Catorce de agosto
Tomé un café americano con sacarina y se hizo de día. Escucho el sonido cósmico de los Hermanos Gutiérrez. Viajo hacia atrás viendo fotos y rebuscando recuerdos.
Camino vestido de negro con calzado de colorines y calcetines más vistosos aún. Nadie me mira, o no veo a nadie haciéndolo. No importa. Casi nada me importa, sólo vosotros. Llueve y deja de llover. Recuerdo y no dejo de recordar.
13 agosto 2024
Trece de agosto
El cielo está gris y llueve con desgana. Camino hasta mi límite diurético. Los dueños corren atados a sus perros y el mundo sigue tranquilamente al revés.
No es el mismo mundo que entonces, se movió y cada lo extraño más. Serán mis años, o los del mundo, o los de ambos que seguramente sean los mismos. Navegamos entre lo líquido y lo espinoso, con relámpagos y rayos a destiempo, sin dejarnos descansar.
Bajo a la playa. Escucho a Rafael Berrio, a Rialto, a los Go-Betweens. Testamento, desamor y nostalgia expresados con talento, sensibilidad y emoción. Llueve y no llueve. Vuelvo a casa. Cocino pisto, sardinas y unos torreznos y espero. Llegan de la calle, las nubes se disipan.
12 agosto 2024
Doce de agosto
Cojo una bicicleta para no perder el tren. Leo a Simenon y tengo que dejarlo porque el paisaje me distrae. Soy un viajero asomado a la ventana que me lanza dioramas.
Dejo la lectura y veo una siderurgia. Una fábrica de aquellos tiempos, todo fuerza, lucha y carbón y hierro.
Sigo viajando. Llego a Innisfree. Estamos casi todos. O casi nadie.
08 agosto 2024
Siete de agosto y parte del ocho
Salimos de la estación Irish Stout para recorrer algunos grados del arco atlántico, ramal cantábrico.
Comimos almejas, calamares, panza de bonito, helado de turrón con chocolate caliente, dos botellas de sidra y café americano. En una terraza en el barrio que boquea. Sobremesa sin freno. Conversación larga, frondosa, interesante, abierta, sincera, entretenida. Un paseo breve y llegamos a Old Fashioned, nuestra estación favorita. Los chistes malos, el recuerdo de los amigos ausentes, las preocupaciones y los placeres, los viajes y los tiempos.
Y en la despedida, una mirada de reojo al mundo de dentro de quinientos años.
07 agosto 2024
Siete de agosto
06 agosto 2024
Seis de agosto
05 agosto 2024
Cuatro de agosto
Apenas entiendo el mundo.
Cantaron que a los árboles no les importa lo que canta el pájarín.
Rodeado de ruido, busco páginas y músicas, visiones sencillas y complejas, razones e intuiciones.
El padre y la hija descansan vestidos de azul y en la televisión un paisaje también azul me explica que pasará lo que tenga que pasar.
Mientras el mar hace un hueco en la arena para que las hordas campen, se reparten premios y diplomas.
Y nosotros, como es costumbre, no tocamos a nada.
04 agosto 2024
Tres de agosto
El verano es una muchedumbre junto al mar y tus ojos azules desvanecidos en el albor de la mañana.
El verano es una tierra que no conozco y una ristra de aviones y trenes llenos.
El verano son las gaviotas ladrando y los gorriones buscando mi mano sin saberlo.
El verano es vosotros allí y yo aquí.
El verano es una panza de bonito a la plancha y cervezas y cervezas en la esquina de dos calles.
El verano es un viaje a las Shetland y un partido de los All Blacks casi al amanecer.
El verano son los estragos de los días y las noches y montones de libros destripados.
El verano son recuerdos que van y vienen al compás del reloj y una visita a la Rasa, y el suelo te coge y te deja.
El verano es donde llovía y hacía sol y, si lucían las estrellas, al día siguiente íbamos a la playa.
El verano es un desconocido y una frontera entre hoy y el futuro.
El verano es casi todo y casi nada. Como yo.