El perdón
And we know who you are
And we know where you live
And we know there’s no need to forgive
El viernes vi a un hombre caminar bajo el agua. Cargado de hombros, medio arrastrando una maleta, bajo un paraguas que apenas lo protege de la lluvia espesa del temporal. Lo atisbo por el cristal empañado del cochecito azul y me pregunto si tendrá pecados que penar o agravios que perdonar.
Canta Nick Cave que a los árboles no les importa que cante el pájaro, ni lo que traiga. El árbol, los árboles ahí con sus ramas como manos suplicantes. Y la niebla líquida envolviendolo todo, y las hojas caídas formando una marisma de contornos perdidos.
Ayer corrí doce kilómetros. Busqué el pulso del río, vi un fulgor verde bajo un puente y las mentiras se derrumbaron. Seguí el cauce, pasé bajo puentes y sobre ellos, rodee la colina y regresé cansado a mi museo de resplandores.
Me acordé del hombre. No hay nada que perdonar.
And we know who you are
And we know where you live
And we know there’s no need to forgive