29 noviembre 2012
Es posible que haya que inflamarse y arder como estrellas fugaces para que la luz lo inunde todo, aunque sea por apenas unos segundos, y vencer la oscuridad que nos envuelve.
O quizá baste con la chispa que brilla en los ojos de dos niños, esas fuentes primorosas de la bondad y la inocencia.
Yo, mientras tanto, porfío a dos grados bajo cero.
26 noviembre 2012
25 noviembre 2012
24 noviembre 2012
22 noviembre 2012
Navegando
Navegando entre la niebla puedes encontrar la primavera.
Y aunque no tenga colores y vista de gris y negro,
seguirá siendo la primavera.
seguirá siendo la primavera.
Si no me crees, sal a la calle y fíjate.
La primavera.
21 noviembre 2012
De viaje
En estos días de párpados de plomo y aguas tenebrosas recorro la ciudad buscando lo que probablemente no exista. No importa, o no me importa demasiado. Es posible que la vida no sea más que el viaje, el recorrido hasta confirmar el fracaso o su contrario. Llegar puede parecer el objetivo, quizás no sea otra cosa que la excusa, la palanca, la chispa.
Por eso me gusta correr. Lo hago en círculos, y el destino es el origen. La gracia está en el tiempo que transcurre entre uno y otro.
Leí, o escuché una vez que el único mito estable y común a todas las antropologías es el viaje del héroe. No soy tal ni lo pretendo. Ethan Edwards viajó desde el odio hasta la desilusión. Jeremiah Johnson recorrió los inviernos y el capitán Arseniev cartografió su singladura por el corazón de oro de Dersú.
No tengo más destino que mi camino sin ladrillos de oro y, día tras día, quemo etapas de mi viaje sin recompensa.
Vivir es correr.
Correr es viajar.
Viajar y llegar.
Llegar y morir.
Etiquetas: a la carrera, viaje
19 noviembre 2012
17 noviembre 2012
16 noviembre 2012
De colores
Dicen que por la ciudad gris circula un río de luz. Que es navegable y que podrás ver lo que vive oculto por la realidad cotidiana. Busqué ese río y encontré sus reflejos en las castigadas paredes grises. Chispazos agotados en el otoño renqueante y dubitativo donde arden las velas. Colores cosidos a la arquitectura vieja y a la nueva que no se despega de la anterior, todo líneas rectas y texturas rugosas.
No quiero granitos, mis manos suspiran por la madera curada por la brisa del mar y el espejismo de una carrera con meta en el arco iris, haya o no caldero de oro, carajo.
15 noviembre 2012
Arco iris
Dicen que al final del arco iris te espera el caldero de oro.
No me interesa el caldero.
El viaje sí.
Etiquetas: viaje
13 noviembre 2012
12 noviembre 2012
Oscuridades
Se hizo de noche mientras fotografié mis calcetines amarillos y atisbaba calcetines con cupcakes.
Los calcetines, las amorosas cárceles invernales.
Sopla el viento achicando los ocho grados y desciendo una pendiente suave llena de claroscuros. La arboleda y sus hojas remolonas filtran la luz escasa que riegan las farolas. Hay tramos amarillos y otros completamente en negro, como estos días que maduran entre el otoño y el precipicio.
Corro con la banda sonora del iPod resucitado y rebelde. Vivo la música porque la música es vida. Sobre mis nubes nuevas paladeo guitarras y saboreo Hammonds, vibro a su ritmo y mi mente se va, se va lejos, detrás de esas nubes tras las que luce el sol. Aquí, ni siquiera nubes. Una oscuridad caníbal y pegajosa. La manta que lo cubre todo, como una avalancha de petróleo.
En esta tierra, donde los calcetines son imprescindibles.
Etiquetas: a la carrera
10 noviembre 2012
Setenta y seis minutos bajo la lluvia
Me detengo en un semáforo. Llueve y llueve. No suena música en este cochecito azul. Esta vez no. Mientras espero el verde me fijo en la calle. Un hombretón vestido con calcetines azules, mallas negras, casaca azul y gorra blanca corre por la cuneta. Sus gafas están empañadas, aprieta el gesto y esquiva un contenedor. Pasa junto al coche y me mira. Lo conozco. Soy yo. El corazón bombea con fuerza y puedo escuchar sus pensamientos. Los míos.
Frío. Humedad. Suelos duros y resbaladizos. Alfombras de hojas rendidas. Barro y agua y césped. Farolas desvalijadas. Coches opacos y sus velocidades. La mujer de Barakaldo, ahora con 'k'. La ilusión empotrada. El cielo gris y sus cien matices. Mis mangas azules. Los charcos fieros. Los pies calientes y la fascitis ahí. Los nudillos rojos y las orejas heladas. Respira, respira. Ladrillos, hormigón y nada. Dónde está el verano. Dónde está la playa. Dónde estás. El puente, la pasarela. La estulticia de los hombres. El río y los piragüistas. La ribera y la cuesta. La pendiente y la bandera. Frío. Humedad.
El corazón. Y el corazón encharcado.
Etiquetas: a la carrera
De noche
Conduzco entre el vapor y mientras escucho la música de mi funeral. La noche es una exposición de luces amarillas suspendidas en la neblina y el coche gris una triste canoa metalizada e intermitente. Recorro la cuadrícula mil veces asfaltada y busco entre las sombras un suspiro de tierra fértil. Pienso en la mujer de Barakaldo y su arrebato. Miro mis manos que parlotean sobre el volante. Me pregunto dónde están los almacenes del coraje. Del coraje para quitarse del medio o para no hacerlo. Supongo que estarán muy cerca de la guarida de la soledad, entre los anaqueles de la tristeza y los de las visiones del futuro.
Regreso con el coche lleno de niños, ajenos a estos vertederos. Charlan y ríen con la seguridad indubitada de que mañana saldrá el sol. Al menos, para ellos.
Oí recitar a Dark la eMe que quien no ha vivido en el cielo no puede conocer el infierno.
08 noviembre 2012
Chasing shadows
Persiguiendo sombras,
escupiendo recuerdos,
emborronando cartas,
pisando sueños,
esquivando muros,
suspirando el mar,
corriendo y corriendo.
Bajo la lluvia.
Solo.
Etiquetas: a la carrera
07 noviembre 2012
Amaneceres
Entre la escarcha y la esperanza celebro una victoria festejada con un abrazo, four more years.
Y mientras, aquí, solamente impostura.
Remo entre el frío, leo el discurso a picotazos, me pregunto porqué nosotros no.
Sigo caminando entre los granitos, ¿encontraré un abrazo?
05 noviembre 2012
Flores de fuego
O fuegos artificiales. HANA-BI.
La peripecia de Nishi.
La hija perdida, la esposa desahuciada, los ideales agotados.
El cansancio y el desdén.
La lealtad y la culpa.
La impiedad.
El humor, la pasión, el cariño.
La nieve, la pintura, las escenas en el mar.
La sangre, el tabaco, las gafas de sol.
Murciélagos, orugas, orquídeas.
La voluntad, por encima de todo, la voluntad.
La gratitud, el cielo, las olas.
El final.
Etiquetas: cine
04 noviembre 2012
Explosiones
Recorrí los caminos de la muerte y de la vida para encontrarnos de nuevo. Vi las fotos, noté el calor, me recogí en un sillón, sentí tu presencia tanto como tu ausencia, hombre de Peral.
Sé que sobreviviré porque no importa lo dura que sea la ciudad que siempre habrá cuatro brazos dispuestos a estrecharme, qué más dónde, sea Manhattan o Boadilla.
Salir de casa para llegar a casa. La familia y sus techumbres. Me dijeron que el hombre de Peral me envió a saludarlos. Casi ni creo en las ecuaciones diferenciales pero imagino la sonrisa quebrada y los hombros abrigados al vernos salir a las calles: escenario de nuestras nadas, atrio de las carcajadas (ojos de fuego/frentes morenas/corazones de seda), pasarelas de nuestra Historia.
Solamente me faltó su ¡hola, P.!, el preludio del precipicio.
En un coche de anchas caderas busqué tu sonrisa entre los cielos y encontré destellos en las lámparas y en los atardeceres que se abrieron apenas a mi paso.
Corro por las laderas. Llueve y no sé si hace frío. No veo nada. La grisura explotó y lo llena todo.Los árboles rindieron sus hojas y los corazones se esconden en los portales. No sé qué es una racha y no creo en el destino. Mis tótems son Neil Young, una Parker Frontier y tu sonrisa, tesoro inabarcable y escurridizo, recuerda, No retreat, babe, no surrender.
Regreso empapado a Fort Apache. Apenas importa.
Etiquetas: viaje
01 noviembre 2012
Fortapache
Fort Apache está vacío, sólo quedo yo.
Salí a correr de rojo y negro, con la frente blanca, contra el viento/we swore blood brothers against the wind.
Sentí frío, no hubo codazos, nada más el plasplas de mis nubes derrotadas. Mirando al frente observé los setos carmesí, vi los árboles oxidados, alcancé las nubes que engañan.
Cansado y entero volví al fuerte.
Me siguió el silencio.
Escribo y guiso una fabada. Te estoy esperando.