09 noviembre 2005

Gaviotas


Ayer vi gaviotas.
Blancas, con irisaciones grises por el cuerpo y las alas. Cómo engañan, tan blanquitas y tan carroñeras, las muy hijaputas.
Tienen un graznido muy evocador de los ambientes marineros, del verano, de los calamares de potera. Este verano, en Malpica, presenciamos el espectáculo, si se puede llamar así, de un grupo de estos animalejos peleándose por un jurel que les había arrojado un pescador recién amarrado. Ríanse del cuadro de Goya en el que los atrapados en el barro se afostian.
Una de ellas se partió el pico en la brega, lo que le supondrá la muerte a corto plazo. La que se tragó el pez dudo que pudiera paladear como merecía pieza tan fresca.
Decididamente, las gaviotas no son lo mío.