23 diciembre 2005

Te pido un poema

La música me excita mientras el poso de la ginegra me adormece. Me hielo en un caos. Camino bajo una escarcha de cuchillos que pelan mi frente. Las luces me guiñan los ojos y lloran porque no llego a tiempo. El frío es un látigo que me quema la espalda mientras mis pies claman perdón.

Otro océano me mira profundo y limpio pidiendo que escriba más, y yo le rezo para que me envíe un poema.

Desde la piel blanca enmarcando ventanas de azul color verde, te pido un poema.

Vendrá la rima y traerá tu sangre. Llegará el verso cosiendo el fracaso, tus manos blancas y el aplauso duro del desamor en negro. Pero leeré tu poema y mi corazón te pedirá que me envíes otro.

Vendrá el poema y será blanco. Aquí lo espero. Tejiendo sonrisas mientras las hojas me cubren y me piden silencio.

No puedo callar, mi alma chilla implorando perdón, otro amanecer, otro día, tu poema.