23 diciembre 2005

¿Echamos un pito?

- ¿Echamos un pito?
- Espera, que envío este mail. Cinco minutos.
- Joder, siempre dices lo mismo. Voy bajando.
Este siempre está igual. Que lo espere. Es lo que hago todos los días cuando vamos a tomar el café. En realidad es lo que he hecho toda mi puta vida. Esperar. Espera a acabar la carrera. Espera a que la conozcas bien. Espera a que estés estabilizado. Espera a ver si encuentras un piso mejor situado. Espera que la cosa va a cambiar.
- Espera, no seas cagaprisas. Ya voy.
- ¿Viste el debate ayer?
- ¿Qué debate?
- Joder, el de la ley de Familia.
- No. Estuve viendo el partido. Como la gente normal. Tú y tus debates.
- Es verdad, perdona. Se me había olvidado que trabajo con un cafre.
- Vaya, hombre. El cultureta.
- ¿Cómo quedaron?
- Ganó el Madrid, como de costumbre.
- Pues será costumbre desde ayer, que lleva mes y medio que no dan pie con bola.
- Claro, como ahora los árbitros ayudan al Barcelona.
- Ya estamos con lo de siempre.
- Tú sí que estás con lo de siempre. Que estás caducado, colega.
Todos los días la misma jodienda. Pero es mi amigo. Bueno, trabajamos juntos desde hace años. Casi no recuerdo cuántos. De lo que si me acuerdo es de que vino con mucho ímpetu, como un toro. No me extraña, con ese pestorejo que tiene. No es mal chaval. Lo malo es que ya no es un chaval. Ni yo tampoco, joder. Estas putas canas. Al menos me tapan un poco la barriga. Qué chorradas pienso. Bueno, como las que digo.
Y encima la barriga no me deja subirme a todos los trenes que me pasan por delante.

Los personajes que aparecen en esta entrada son de ficción, aunque te los puedes encontrar por el mundo a miles.