10 octubre 2005

Pasan los días

Sábado, de noche, festival del mar, de Purísima y oro. Jamón, cecina maragata. Carabineros y andaricas a la plancha, coronando con una lubina encamada en patatas, al horno. Nos hidratamos con el néctar de Marta, etiquetado en orange. La suerte suprema para el arroz con leche y la mus de chocolate. Davidoff 2000 y agua de fuego. Repaso a las imágenes del verano, la conversación tranquila, las dudas sobre la talla de los actores/actrices, Orishas y Cocteau Twins.

Domingo. El otoño nos trajo otro día de verano. Partido de padel, sudor, empate. Nos reunimos con los niños, en su jardín. Empezamos a hablar de comer y decidimos improvisar una barbacoa. Al hipermercado a por lomo de buey. Sal, gorda, no te escondas, lubricante de oliva, y a la parrilla. La ensalada pone el contrapunto vegetal y la sidra nos evoca el Norte.

Volvemos a casa, los niños corren, nos damos la mano. Quizá unos días que no merecimos.