Un ruego
Los telediarios son un inventario de la truculencia. Evitamos que los cachorros los vean, pero a veces se nos escapa que atisben alguna que otra escena gore. Hoy, la cogida de Morante de la Puebla. El resultado:
¡Papá, yo no quiero ser torero!Bien pensado, no hay mal que por bien no venga.
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