14 enero 2006

Veinticuatro horas

No hay desayuno. No hay comida. Julio duerme en el coche. Mi tío cronometra los kilómetros. Un Bentley a la entrada de Madrid. Carrera de San Jerónimo. Dry martini en el Palace, cortesía de 14431. Perfume de ginebra. Raúl ha sido malo. Roban el coche azul. Repaso a los indigenismos emergentes. Llamada desde Baqueira Beret. La agradezco sinceramente. Calle León. Iglesia de la Cienciología, colores horribles, una oferta para nuevos ricos. No saben a lo que se exponen, inconscientes. Una despedida a la puerta de la Real Academia de la Historia. Un individuo con una piragua pasa delante del coche. ¿Cuánto mide el frigorífico?. Chicuelinas en el portal. Johnny Cash. Robbie Williams. Una teoría de la depilación. Cuatro patriotas alrededor de una mesa. Tortilla, pavo escabechado, lechazo, manitas de cerdo, panacota. Gin tonics y Johnny Walker Black Label. Tierno Galván y Miguel Delibes. Otros personajes, ratas e hijoputas. El martillo de Pío Moa y el bombardeo de Cataluña. Ánimos para César. ¿Qué votamos?. Hacia una teoría del ensayo. La cultura y una generación desorientada, marciana, exenta. BMW Z3, plateado, asientos James Dean, branquias. Para Rául, un chófer por horas. Una teoría del naturismo. Copas. Copas. Copas. Un proyecto editorial que comienza con unas memorias. Catorce llamadas perdidas. Bocadillos de lomo con queso en la madrugada cruel. Risas en pijama. Una encamada de tres gorrinos. Consomé. El gran jaquetón se repone. Biografía de Alfred Hitchcock, Dublineses. Caravana hacia el desierto de loza. Una despedida a la puerta de General Pardiñas, 43. Una ronda por el barrio de Salamanca. Aparece el coche azul. Regreso. Risas. Carcajadas. Quien baja una película de Internet es un ladrón, el que se baja media película es un gilipollas. Fanta de naranja, todo un clásico. Fort Apache.