27 diciembre 2005

Cielo en negro

El cielo es un alboroto de nubes grises, de algodón sucio. Una borra infecta que me aprieta contra el suelo mientras el hombre de negro se pregunta ¿En qué me he convertido, querido amigo? / Todos los que conozco / se desvanecen en el aire.
Mi horizonte es una chapa ondulada. A un lado veo una estructura metálica recorrida por venas de acero que transportan un rencor amargo. Me asomo a la ventana que es este blog buscando aire, pero sólo veo frases en negro y pensamientos gris marengo.
Me pesa la memoria, se me cierra la puerta como a Ethan Edwards y mi mundo es batido por un viento cruel, impío, sucio. No encuentro rama a la que subirme, me asomo al precipicio de la desolación, me fuerzo a recordar a mis hijos, aire puro, cálido.
La luz blanca del fluorescente es mi firmamento, inspectora implacable de mis sueños technicolor que se quedan monocromos cuando el corazón se encoge pensando en los días que vendrán.
Días de hielo.