Cuatro puntos
Mi vida limita al norte con Neil Young, al oeste con James Ellroy, al este con MVM y al sur con tu sonrisa.
Habito un cuadrilátero donde combato con mi sombra, que me va ganando. Desde la ventana distingo cielos de John Ford y un cuadro de Rothkowitz a medio terminar, como casi todo. Los bloques de ladrillo enmarcan la realidad gris y prologan las carreras de los niños, tan ajenos a todo y a nada, de listos que son.
Al norte está Lindes, al oeste hay promesas y la mirada de Julio, al este el viento frío que Dersu nos envía para avisarnos y al sur la Sevilla que conocí en un carruaje mientras esperaba el siguiente zumo de naranja.
Arriba mis canas, abajo mis pies que tanto te recuerdan, a la izquierda el corazón y a la derecha una navaja EKA. Poco equipaje, mucho que transportar, sólo líneas de un código indescifrable.
Al norte la piedra gris, protegiéndoos; al sur, y en invierno volver al sur; al este, acero y azul; al oeste, the promise land.
Pasan los días, entre cuatro esquinas, entre cuatro puntos.
Habito un cuadrilátero donde combato con mi sombra, que me va ganando. Desde la ventana distingo cielos de John Ford y un cuadro de Rothkowitz a medio terminar, como casi todo. Los bloques de ladrillo enmarcan la realidad gris y prologan las carreras de los niños, tan ajenos a todo y a nada, de listos que son.
Al norte está Lindes, al oeste hay promesas y la mirada de Julio, al este el viento frío que Dersu nos envía para avisarnos y al sur la Sevilla que conocí en un carruaje mientras esperaba el siguiente zumo de naranja.
Arriba mis canas, abajo mis pies que tanto te recuerdan, a la izquierda el corazón y a la derecha una navaja EKA. Poco equipaje, mucho que transportar, sólo líneas de un código indescifrable.
Al norte la piedra gris, protegiéndoos; al sur, y en invierno volver al sur; al este, acero y azul; al oeste, the promise land.
Pasan los días, entre cuatro esquinas, entre cuatro puntos.
Etiquetas: James Ellroy, John Ford, música, MVM, Neil Young, NY
<< Home