Asesinato en Prado del Rey y otras historias sórdidas (1987)
Tras El Balneario (1986), MVM nos da otra lección sin apretar el pie en el acelerador. Cuatro historias sencillas (Asesinato…, Cita mortal en Up and Down, Jordi Anfruns, sociólogo sexual y El signo del Zorro), como de fondo de armario, con Pepe Carvalho y su universo aún intactos. En Asesinato, Carvalho y Sánchez Bolín se encuentran, creo que por segunda vez, y bordan un conversación impagable sobre el pastel de Yorkshire y el oreiller de la belle Aurora , y también queman libros, como no. En las dos siguientes, ajustes de cuentas vazquezmontalbanianos. En la cuarta, El signo…, Fuster, el gestor del futuro de Carvalho, traza su despedida, un aviso de lo que vendrá años después, cuando las visistas de Pepe al mundo de los muertos sin morir y de los vivos muertos (Quinteto de Buenos Aires, El hombre de mi vida, Milenio) lo despojen agriamente de la esperanza de reconducir la Historia hasta un destino más dulce.
Un ejercicio de estilo con cuatro paradas que me cruje las esperanzas de cuajar alguna vez Sólo dos. Estrellamos la vida contra la literatura, y aquella devuelve el golpe de manera audaz: El miércoles entro en El Balneario.
Un ejercicio de estilo con cuatro paradas que me cruje las esperanzas de cuajar alguna vez Sólo dos. Estrellamos la vida contra la literatura, y aquella devuelve el golpe de manera audaz: El miércoles entro en El Balneario.
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