24 octubre 2008

Siete días

Apenas una semana. Fort Apache es un ambulatorio y Sánchez Bolín un confundido individuo deambulante. Los niños enferman por turnos y me acompañan. La nena traza un rayo que baja de una nube para decirme Te quiero. Es un marcapáginas pequeño que navega en la literatura de Richard Ford. Frank Bascombe ahora es mayor que yo, lleva un implante de sustancias radiactivas en la próstata y está a punto de entender qué hace aquí.
Con el heredero vivimos una sesión continua de superhéroes hipócritas e inmorales y dinosaurios feroces y extraviados. El lunes celebró su cumpleaños con sus amigos y yo fui un vigilante sereno entre tragos de agua con limón y bicarbonato.
Leí Dinastías y no encontré nada. Leí un poco del Carvalho gastronómico y hallé mucho. Me lancé a Acción de Gracias. Vi Copland, The Godfather, el gol de Del Piero al Real Madrid, Iron Man, Lost World, Jurassic Park, The Track of the Cat, Michael Clayton, Syriana, el episodio piloto de Twin Peaks y el primero de Hill Street Blues.
Más allá de la pantalla, la nada absoluta. Ahora lo llaman crisis.