26 junio 2008

No queda casi nada

El pasillo es un acuario de peces de plástico. La mesa es un cementerio de certificados fiscales. El coche gris es un jardín botánico lleno de árboles que brotan de la guitarra de Neil Young. La noche es un pañolón sucio y pesado que arropa mi duermevela. Los niños son dos muñecos derrumbados por el cansancio de las vacaciones.
Unos por otros, Bernard Gunther escapó a Argentina con Eichmann y otro y la selección alemana volvió a clasificarse para la final. Dicen que en el fútbol siempre gana Alemania, queda por ver cómo quedan en la batalla de la Historia.
Cayó el moral legendario y con él la arbórea cabaña de las ilusiones. Sólo queda la luz de los ojos de los niños y el fulgor de tu oceánica mirada fatigada. Tiene que ser combustible suficiente, tiene que serlo.