The Thing (from another world) (1951)
De nuevo Howard Hawks. Un clásico de la ciencia ficción, rodado en plena guerra fría. Un escenario recién estrenado para las relaciones internacionales con aliados que mutan en enemigos. El poder de la ciencia y la técnica tras las demostraciones de Hiroshima y Nagasaki parece inabarcable, el desarrollo aeroespacial aventura certezas sobre la posibilidad real de recibir visitantes en nuestro planeta y la clase militar pastorea a sus anchas por los recovecos de la burocracia política.
En este ambiente, el maestro Hawks presenta una fantasía al efecto con la sencillez enrevesada que tan bien maneja. Los créditos de la película presentan a Christian Nyby como director aunque la impronta hawksiana es indeleble. Hay un grupo que vive un pequeño universo (lo veremos de nuevo en Rio Bravo) y que se ve excitado por la presencia de un ataque del exterior. Como las ostras que generan perlas para aislar los elementos extaños, el marciano vegetal extrae lo mejor de los militares y los científicos. El Dr. Carrington es tratado con ternura a pesar de poner en peligro a todo el equipo, pues la visión de Hawks es benévola con los hombres que desenvuelven profesionalmente, aunque estén equivocados (lo veremos de nuevo en El Dorado, cuando Thornton/Wayne felicita al bandido McLeod/George después de cargárselo).
Guardaba un recuerdo de alguna proyección en La Clave, y esta tarde he comprobado que era mucho más vívido de lo que pensaba. Son las cosas del gran cine.
En este ambiente, el maestro Hawks presenta una fantasía al efecto con la sencillez enrevesada que tan bien maneja. Los créditos de la película presentan a Christian Nyby como director aunque la impronta hawksiana es indeleble. Hay un grupo que vive un pequeño universo (lo veremos de nuevo en Rio Bravo) y que se ve excitado por la presencia de un ataque del exterior. Como las ostras que generan perlas para aislar los elementos extaños, el marciano vegetal extrae lo mejor de los militares y los científicos. El Dr. Carrington es tratado con ternura a pesar de poner en peligro a todo el equipo, pues la visión de Hawks es benévola con los hombres que desenvuelven profesionalmente, aunque estén equivocados (lo veremos de nuevo en El Dorado, cuando Thornton/Wayne felicita al bandido McLeod/George después de cargárselo).
Guardaba un recuerdo de alguna proyección en La Clave, y esta tarde he comprobado que era mucho más vívido de lo que pensaba. Son las cosas del gran cine.
Etiquetas: cine
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