De colores
Dicen que por la ciudad gris circula un río de luz. Que es navegable y que podrás ver lo que vive oculto por la realidad cotidiana. Busqué ese río y encontré sus reflejos en las castigadas paredes grises. Chispazos agotados en el otoño renqueante y dubitativo donde arden las velas. Colores cosidos a la arquitectura vieja y a la nueva que no se despega de la anterior, todo líneas rectas y texturas rugosas.
No quiero granitos, mis manos suspiran por la madera curada por la brisa del mar y el espejismo de una carrera con meta en el arco iris, haya o no caldero de oro, carajo.
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