19 julio 2011

Desayuno en Tiffany's (1.958)



- No se enamore nunca de ninguna criatura salvaje, Mr. Bell - le aconsejó Holly -. Esa fue la equivocación de Doc. Siempre se llevaba a casa seres salvajes. Halcones con el ala rota. Otra vez se trajo un lince rojo con una pata fracturada. Pero no hay que entregarles el corazón a los seres salvajes: cuanto más se lo entregas, más fuertes se hacen. Hasta que se sienten lo suficientemente fuertes como para huir al bosque. O subirse volando a un árbol. Y luego a otro árbol más alto. Y luego al cielo. Así terminará usted, Mr. Bell, si se entrega a alguna criatura salvaje. Terminará con la mirada fija en el cielo.

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