04 diciembre 2008

Sin pausa

El tiempo corre pero el reloj no avanza. Casi todo es gris. El cielo, la ciudad, los abrigos, las expectativas.
Todo no. Dos niños trabajan a destajo escribiendo sendos libros de Gerónimo Stilton. Un universo de fondo blanco, caligrafías apretadas y muchísimos colorines. También redactarán las cartas de la ilusión de cada Navidad. Mientras tanto, hablo con Julio de teoría y práctica del chuletón, leo en un mensaje una cojonudísima crítica de Verónica y no dejo de preguntarme porqué el Paraíso de Eva se está marchitando.
Y el tiempo sin detenerse.