22 agosto 2008

Primero rescate a mi hija

Dice Arcadi que en el buceo en mierda o en lágrimas aparecen diamantes humanos como el que titula esta entrada. La tecnología nos arrastra en una avalancha de información y ruido desde el minuto uno. Asistimos a un espectáculo que mezcla la realidad y la nada, horas y horas de radio y televisión, horas y horas de vacío. El guión se sigue casi a la perfección, incertidumbres, charlatanes, políticos con corbatas negras, el oportunismo, ejecutivos sobresaltados, el kilómetro sentimental, un vigilante jurado con un cigarrillo, el descaro y la imprudencia, los lugares comunes. Y la mirada oceánica encharcada. Tan cierto uno como lo otro.
A pesar de lo previsible de la digestión, queda espacio para la estupefacción. Enric González dice que los medios de comunicación son el brazo rentable de la opinión pública. Una rentabilidad que se construye con autopromociones, titulares soeces si no directamente delictivos, en opiniones sin fundamento, en editoriales ventajistas, y que se mide con shares, difusiones, EBIDTA y beneficio antes de impuestos.
Y por encima de los medios, o a su lado, o más abajo, los políticos. Interrumpiendo sus vacaciones. En interminables caravanas de coches blindados full equipe, con asesores, subsecretarios, jefes de gabinete y de pensa. Incluyo al Monarca en la clase política, faltaría más. Audiovisualmente ausente y perfectamente informado cuando no había información.
A la mierda.