Cuatro días
Atravesé un túnel vestido como una momia de kleenex. Una tenaza de bronce me hurtó el aire pero encontré un compañero menudo y tenaz que el viernes estuvo a prueba para ser futbolista. Atendido como quizá no merezco pasaron los cuatro días y tuve que pagar peaje sin ir a una boda en Salamanca y a un homenaje en Zamora. Sé que los homenajeados sacaron adelante los festejos con gallardía y estilo mientras me quedo tranquilo enredado entre películas, series de televisión, duermevelas enchufadas al iPod y un revoltillo de sábanas y calores febriles.
El lunes me recibió con dos palmos de papeles en la mesa y The book of lightning coronándolo todo como un pisapapeles rockero y espiritual.
El lunes me recibió con dos palmos de papeles en la mesa y The book of lightning coronándolo todo como un pisapapeles rockero y espiritual.
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