Uñas
Estaba convencido de que habían desaparecido, pero la realidad me dio dos bofetones. El viernes mantuve sendas reuniones en las que comparecieron varios individuos. En una, españoles, en la otra, portugueses. Además de compartir la península, en ambas reuniones dos de los presentes lucían esplendorosas uñas en sus dedos meñiques.
Por supuesto, ganó España, el cotizante aquí las llevaba en sus dos meñiques, mientras que el chaparro portugués sólo alcanzaba a lucir una.
No bajen la guardia, las uñas meñiqueras no han sido erradicadas.
Por supuesto, ganó España, el cotizante aquí las llevaba en sus dos meñiques, mientras que el chaparro portugués sólo alcanzaba a lucir una.
No bajen la guardia, las uñas meñiqueras no han sido erradicadas.
<< Home