El túnel
Tiene salida, ya se ve, luce, esa puerta al calor y la luz. El verano. Quedan amagos de invierno, que ya saben que no lo comió el lobo. Los ánimos se hinchan, los niños sudan felices y recuperamos gorros, viseras, gafas de sol y bañadores. Estampados, ombligos, sandalias y colores chillones, aulladores, frenéticos.
La España en gris marengo saca el spray y se zambulle en el vértigo amarillo, fucsia, pistacho, blanco. La vida se desparrama y nos quedamos clavados a los zapatos que son mazmorra posesiva. Aire y brisa, gotas de agua, tomates y peras, cervezas y Campari con gaseosa.
El viaje duró siete meses, pero mereció la pena. Otra cosa es que se nos haga cada vez más largo.
El viaje duró siete meses, pero mereció la pena. Otra cosa es que se nos haga cada vez más largo.
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