19 mayo 2006

El túnel

Tiene salida, ya se ve, luce, esa puerta al calor y la luz. El verano. Quedan amagos de invierno, que ya saben que no lo comió el lobo. Los ánimos se hinchan, los niños sudan felices y recuperamos gorros, viseras, gafas de sol y bañadores. Estampados, ombligos, sandalias y colores chillones, aulladores, frenéticos.
La España en gris marengo saca el spray y se zambulle en el vértigo amarillo, fucsia, pistacho, blanco. La vida se desparrama y nos quedamos clavados a los zapatos que son mazmorra posesiva. Aire y brisa, gotas de agua, tomates y peras, cervezas y Campari con gaseosa.
El viaje duró siete meses, pero mereció la pena. Otra cosa es que se nos haga cada vez más largo.