Seven man from now (1956)
John Wayne, de nombre real Marion, pone la pasta para que Budd Boetticher, que quiso ser torero, dirija a Randolph Scott, que leía The Wall Street Journal en los descansos de los rodajes, y a Lee Marvin, que aprendió a actuar disimulando el espanto mientras combatía en la Segunda Guerra Mundial.
Todos los hombres de la película se caen en los increíbles ojos azules de Gail Russell, actriz de destino trágico y desempeño frágil, de porcelana, delicado y suave.
Diálogos secos, parajes apabullantes, banda sonora precisa, buena fotografía del especialista Clothier. Marvin aún sin canas, va construyendo a Liberty Valance. Scott interpreta conciso a un hombre íntegro que se siente culpable y que ejecuta una venganza sistemática y decidida, siete cobardes y un solo valiente, encontrando de paso una segunda oportunidad.
Sin juicios morales ni grandilocuencia, pero mucho cine, mucho y bueno. Me preparo para el festival Peckinpah.
Diálogos secos, parajes apabullantes, banda sonora precisa, buena fotografía del especialista Clothier. Marvin aún sin canas, va construyendo a Liberty Valance. Scott interpreta conciso a un hombre íntegro que se siente culpable y que ejecuta una venganza sistemática y decidida, siete cobardes y un solo valiente, encontrando de paso una segunda oportunidad.
Sin juicios morales ni grandilocuencia, pero mucho cine, mucho y bueno. Me preparo para el festival Peckinpah.
Etiquetas: cine
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