12 marzo 2013

Campos


Los puercoespines yacen en las cunetas, el cielo es negro y horizontal y los domingos mueren a la orilla del lunes. 
Voy y vengo entre cementerios y granjas. Escucho Too close to heaven y siento el frío que me rodea y el calor que me espera. Paro a tomar un Spanish breakfast y confundo una tienda de muebles con un mesón. Mi cabeza vuela y el cochecito azul me lleva sin dudarlo.
De regreso a la carretera veo un campo verde bajo un cielo amoratado. Hay un resquicio de sol en una esquina del cuadro y tendidos eléctricos que me impiden fotografiar la estampa.
No importa. 
De nuevo el campo verde, el cielo oscuro. La promesa del sur.
Todo ahí, mientras los puercoespines reposan.

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