Domingo en Fort Henry
El domingo estuve en Fort Henry. Henry es nombre de perro y si lo traduces es nombre de torero estiloso y barbudo. En Fort Henry te reciben con las fotos flotando en una pantalla negra y unas sopas de ajo, ¡qué sopas!, esperando en la nevera. Hay una semilla dentro de un corazón pintado con rotulador y libros y fotos y calor y el perro que ronca en el sofá. El champán está muy frío y tiene una etiqueta naranja. El Gran Duque de Alba viene en una botella que será candil pirata si no lo evitamos y el Lagavulin es como siempre.
Tomamos las sopas, comemos jamón y chorizo y en el Spanish Harlem le dan a los huevos con trufa. Somos lo que comemos y lo que compartimos. También la lista de canciones que vomita la pantalla negra y una entrevista a Mike Scott en el High Line Park, el bulevar que flota sobre nubes de acero.
Fuera no hay nada más allá que un farallón de niebla y el cochecito azul esperando a la vuelta de la esquina.
El lunes intentaremos de nuevo el cine.
<< Home