15 enero 2013

Despejado


Esta mañana, en la madrugada, atisbé por la ventana el cielo casi despejado. La noche pasó entre sobresaltos de la fiebre, a medio camino entre el escalofrío y el calor repentino. Soñe páginas y letras y recorrí un camino junto al Canal, asediado por la lluvia y el desasosiego. Mi espalda me lo recuerda dos o tres días después. 
No hay mapas ni presupuesto para mi viaje. No existe preparación posible para tal empresa. Vuelvo a ser el que una vez fui. Casi ni me acordaba.
En movimiento, todo despejado.