10 julio 2009

Pensando

Entre los desnudos y los muertos nacen las flores. Leo Un ciego con una pistola, el batiburrillo de Harlem en los sesenta. Deambulo por calles que todavía no conozco y palpo la tensión racial y sexual del siglo de la esperanza y la brutalidad.

Soy un náufrago encadenado al mástil de un iPod. Espero la nada mientras la nada me rodea. La promesa del verano es una visita tras otra al cementerio de los recuerdos. Volveré a Pavese, y a sus mares del Sur. Tenemos muchos muertos a los que llorar, y muchos niños a los que proteger.

Recibo una foto de dos hermanos. Las miradas evocadoras, la textura perfecta, la vida por delante. El futuro.

Y nosotros, la nada.