07 mayo 2009

Ahora

A mi alrededor no escucho otra cosa que silencio. Dice Julio que bajo el cielo ya no cantan los pájaros. El sol vomita grises y el saludo de la primavera es un paredón con un graffiti que me grita ¡no puedo más!
Hicimos un viaje sin retorno y nos aturdimos observando los restos de una fábrica quemada. La radio es un runrún sin sentido y me refugio en los brazos de mis hijos buscando cuerda para un mecanismo que se para. La tarde espejea en las ventanas y me asomo a estas líneas sin nada que contar. Leo El árbol que da sombra, volumen tres, metáfora de un shogunato que se desmorona. Como nuestro mundo, con el faro apagado y una tempestad de preguntas que golpea las rocas.
Es jueves. No hay próxima estación. Aún así, no nos rendiremos.