20 octubre 2006

Heart of gold (2.006)


Tras superar una delicada operación cerebral, Neil Young se reúne en Nashville con su corazón country para poner imágenes a Prairie Wind, su disco de dos mil cinco. Obra que cierra la trilogía abierta con Harvest (su mayor éxito de ventas) y Harvest Moon (revisión actualizada del anterior). Pegi Young y Emmylou Harris a los coros, Tim Drummond, Spooner Oldham, Ben Keith y otros compañeros de viaje por el lado más tierno y clásico del canadiense.

Neil Young presenta cada tema, en ocasiones tenso de la emoción, y los interpreta todos con extraordinaria fidelidad a las grabaciones originales. En Four strong winds recuerda que con diecisiete años se dejó todo su dinero en un jukebox escuchándola una vez tras otra. Para Old Man nos cuenta como tuvo que explicarle a la persona que cuidaba su rancho recién comprado (donde Neil vivirá el resto de sus días) que hizo tanto dinero siendo tan joven simplemente por fortuna (la de vivir de un trabajo creativo que le fascinaba, el rock and roll). Vuelta a Nashville después de años. Rascacielos, progreso, pero según el protagonista, el mismo espíritu.

La película es magnífica. Respeto absoluto al rockero, esta vez de traje. No vemos al público, ni falta que hace. En escena, el canadiense y sus amigos vestidos de domingo. Las transiciones de las canciones aguantan la transición en negro hasta casi lo tolerable. Demme pone su ojo al servicio del artista, con maestría, y lo recubre con una pátina dorada que impregna el recital de un melancólico aroma de despedida.

Despedida. Eso apuntaba en febrero cuando se presentó la película. ¡Ja!. Rust never sleeps. En abril, Living with war.

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