28 agosto 2006

Mar

El sábado montamos en barco. Una leve excursión por la bahía de Gijón que sirve de bautizo naval para los hijos. La emoción del viaje, siempre el viaje, excita a los pequeños que palpan la realidad rotunda de la naturaleza, sus olas, sus gotas de agua, su regusto salado, sus vaivenes.
La audacia de los niños no tiene límites y los miedos iniciales a la barcarola se transforman en deseos de montar en submarino.