21 agosto 2006

Lunes

El cielo es de cristal y la música un estado de ánimo. Camino hacia casa escuchando La muerte y la doncella, del sublime Schubert. Pienso en Carmela, muerta desde hace días, e imagino el viaje de Mateo. Me escribo con James Norton, y Julio y yo imaginamos una epopeya en Seattle, buscando a Neil Young mientras tratamos de encontrarnos a nosotros mismos.
Los hijos juegan sin parar y el martes es un tiburón que espera a los incautos.