07 mayo 2006

Sábado

Living with war me surte de adrenalina para un sábado más. Quién dijo que no quedan cantautores, que murió la canción protesta, que los artistas van a lo fácil. Escuchen a Neil Young, con sus sesenta años, con sus hijos enfermos a la espalda, con toda la irritación de América colgando de su guitarra.
Ya en la piscina, el heredero camina sobre las aguas y los ojos pugnan por salírseme de las órbitas. Observo sus andares de gorrión, antesala ágil de los saltos de nutria que revientan el orgullo de su padre. Así, medio engañado, me dirijo a las catedrales del bricolaje. Acarreo camas para mis películas y acomodos para los libros eléctricos. La chica de mirada oceánica y yo peleamos contra los tornillos, abrazaderas y arandelas. Al final, mis manos son trasuntos de parrillas y piden auxilio bajo el chorro de agua de la cocina.
En fin, sábado.