03 enero 2006

Niebla

Amanecemos con niebla en los ojos y en el camino.
El mundo pierde sus límites y termina en las luces del coche que nos precede. Peatones con respiraciones como hojarascas deambulan perdidos por el magma blanco de la madrugada y yo me pregunto qué coño hago aquí.
La promesa de un viaje a Asturias, pospuesto día a día, me estimula. Los caminos se abren.