Avalancha
La grisura se abalanzó sobre nosotros. El mundo desapareció tras las ventanas. El gris venció inundándolo todo. Me puse el jersey rojo para gestionar la derrota. Recorro las calles y observo que no hay consuelo posible. El gris se enseñorea victorioso en las ropas, en las caras, en los ojos. Lo conquistó todo. O casi todo.
No mi corazón. Eso jamás.
<< Home