15 septiembre 2012

Ropa


Recuerdo el olor de la ropa blanca secándose en la huerta. 
El calor de las tardes de agosto mientras en el patio apurábamos el tiempo sin saber que no había más. 
El sol que acechaba en la acera y abejas y abejorros y el cielo azul. 
Las bicicletas azules, verdes y rojas entre sacos, peldaños y telas de araña. 
Dentro todo limpio, al ritmo que brotaba del reloj de la cocina. 
Todo fregado, suelos de espejo, maderas lustrosas, imágenes de ahora mismo. 
Recorro escaleras, pasillos, alfombras, habitaciones, galerías y alcobas. 
Paseo por la casona y está vacía, como yo.

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