23 junio 2011

El miedo de Montalbano (2.004)




Se zampó un buen plato de salmonetes fritos con la concentración de un brahmán hindú, esa que te hace levitar, solo que la suya iba en dirección contraria, hacia el arraigo más profundo y terreno, es decir, hacia el penetrante aroma y el denso sabor del pescado, con la exclusión más absoluta de cualquier otro pensamiento o sentimiento.

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