01 junio 2010

Lástima

Es una oportunidad perdida para la clase trabajadora que no esté Florentino Pérez Rodríguez al mando de las huestes de la patronal que negocian la reforma madre de todas las reformas laborales.
A ver qué sindicato le niega a un cambio en las condiciones de despido a un directivo de tomo y lomo que paga trescientos sesenta y cinco días de salario por año trabajado cuando se cepilla a un trabajador de su plantilla.
Lo dicho, una lástima.