22 diciembre 2009

Evocación


El crítico gastronómico probó el bocado y voló hasta su infancia.
Otro comió una magdalena y le explotó entre las manos la literatura de la evocación.
Me lavé las manos con jabón de La Toja y visité de nuevo el laboratorio de ciencias naturales del padre Almendral, a quien tanto recuerdo.
Recibí la foto de mi tercero de E.G.B., todos ahí en las escaleras del colegio y otra vez el latigazo.
Bajando hacia Innisfree tropecé con una torrentera que salía del estadio y recordé sus manos blancas recontando los segundos.
Veo la nieve y aquel debut como miope legendario.
Repasamos los objetos de plata que adornaron la mesa en Fósforo-8 y volamos hacia aquella Navidad cálida cuando estábamos todos.