Martes
Camino por la ciudad. Me cruzo con niños disfrazados. Hay gatos, payasos, osos, Spidermen, policías NYPD, Batmen. Sus padres no necesitan máscaras, lucen el rostro de la incertidumbre de estas horas. El terrorismo económico se instaló en los titulares de los periódicos, si es que éstos existen todavía. La televisión vomita castings y padres de niñas asesinadas. Padres que negocian cambios en el Código Penal, mas allá de la vaguería del Congreso y del Senado. Desde el horror de la pérdida ganamos la legitimidad que no nos dió nuestro desempeño.
El progreso inventa monstruos y los vomita a cuarenta y tres pulgadas. Tengo un televisor de diagonal impar y me abrazo al heredero para ver la maratón de Touré Yayá, futbolista de piernas descomunales y entrega ad hoc. Cambiamos de canal y nuestra ex-vecinita enseña su gato bengalí mientras añora a su perro.
Los martes son un vertedero de anhelos y un sumidero de esperanzas. Gregory House se encarama a su curiosidad y devuelve la pistola. Yo miro al miércoles y sueño con tu abrazo.
El progreso inventa monstruos y los vomita a cuarenta y tres pulgadas. Tengo un televisor de diagonal impar y me abrazo al heredero para ver la maratón de Touré Yayá, futbolista de piernas descomunales y entrega ad hoc. Cambiamos de canal y nuestra ex-vecinita enseña su gato bengalí mientras añora a su perro.
Los martes son un vertedero de anhelos y un sumidero de esperanzas. Gregory House se encarama a su curiosidad y devuelve la pistola. Yo miro al miércoles y sueño con tu abrazo.
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