Gafas
Con un puñado de euros te puedes esconder detrás de Arthur Miller, eso sí, sin matar viajantes y sin Marilyn en el desayuno. No lo pretendo. Vivo con vistas al océano, junto a un acantilado de cojines, al lado de una escollera de pelotas y balones de fútbol. En las habitaciones de Fort Apache estos días hay calores febriles, y también miradas encendidas.
Con el itinerario trazado para cuando lleguen los ciento cincuenta millones que no llegarán, preparamos un efímero soporte para estos días de febrero, los que se llevaron a las islas a un banderillero y así asombrarnos desde allí.
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