The Drowning Pool (1.975)
Segunda y última entrega de la serie Harper. El detective luce canas en sus sienes y es contratado por un antiguo amor aparentemente vigente. En Nueva Orleans hay menos luz que en California y los enredos tienen un alcance sentimental y familiar que Harper trata de desembrollar. Es una película más redonda que la anterior de la saga, y la trama es más interesante, de principio a fin.
Hagamos notar la diferencia en la cinematografía de ambas películas. La primera es más luminosa, con más detalle, incluso los encuadres son más pudorosos y no se echan encima de los actores. La segunda, setentera, y con Gordon Willis manejando la cámara, ofrece planos más cerrados, con menos detalle, tratando, puede ser, de cuidar la imagen de los protagonistas, algo menos lozanos que en 1.966.
En cualquier caso, un buen rato de cine.
Hagamos notar la diferencia en la cinematografía de ambas películas. La primera es más luminosa, con más detalle, incluso los encuadres son más pudorosos y no se echan encima de los actores. La segunda, setentera, y con Gordon Willis manejando la cámara, ofrece planos más cerrados, con menos detalle, tratando, puede ser, de cuidar la imagen de los protagonistas, algo menos lozanos que en 1.966.
En cualquier caso, un buen rato de cine.
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