Azules y grises
Durante estos días fotografié tejados, nubes y el cielo. Vi los bosques verdes más allá de las paredes grises y busqué vuestros nombres que se añejan en el granito. Me bañé en el mar vigoroso y compartí charlas fugaces por aquí y por allí. Comí bien, corrí dos mañanas, pisé frío y añoré el azul de tus ojos azules.
Bebí y reí mientras garabateaba canciones bajo una luz giratoria. Escuché a unos y a otros, me pasmé con mis hijos esplendorosos y no dejé de pensar en casi todo.
Ahora, sentenciado a hacer una maleta, el futuro no es más que un viaje al sur y el terror ante dos seguras despedidas.
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