16 noviembre 2009

Lunes

Fui a olisquear libros y vi su figura encorvada bajo el peso del chaquetón negro. Un guiño de la memoria que me zarandeó de puertas adentro. Paseo mi desolación entre las estanterías mientras los desvergonzados se pavonean en descapotables azules que ni siquiera son de ellos.
Recorro los anaqueles de mi iPod buscando aire y acabo, como siempre, en Neil Young.

Fallen Angel
Who’s you saviour tonight

Las mañanas son un chicle gastado y gigante de sabor amargo. El heredero se cuela entre mis carnes y completa la frase. Tiene un ojo a la virulé y la sonrisa orlando sus dientes.
Y escuchamos juntos Old man

I've been first and last
Look at how the time goes past
But I'm all alone at last
Rolling home to you


Hace calor en Fort Apache. La calle ofrece nubes negras y ecos de vendavales. Una vez más fantaseamos con el viaje perfecto, ese que pasa por Harlem y termina en Lindes, bajo Peñarrueda, la montaña del lomo rasgado por un oso gigante que nunca existió.
No esperamos de este mundo más que un abrazo al final de la vereda. Y que no acaba de llegar.

Tell me lies later, come and see me
I'll be around for a while.
I am lonely but you can free me
All in the way that you smile
Tell me why, tell me why

Etiquetas: