Siete tres ocho tres
Detectamos una alarmante tendencia de los medios informativos radiofónicamente transmitidos a negarnos los resultados del baloncesto. El locutor se limita a leer las cifras del resultado sin convertirlas en número. Hector Quiroga usaba esta técnica en las retransmisiones televisivas que orlaban la Navidad, cuando nos relataba aquel torneo que siempre ganaba el Real Madrid. En la televisión puedes ver el marcador en algún momento u otro. En la radio, no.
Así, el sufrido oyente ha de reconstruir el resultado del marcador. Siete, tres, setenta y tres. Ocho, tres, ochenta y tres. Otra bobada más. Como otras, esperemos que pase pronto.
Y que conste que me importa una infla el baloncesto.
Así, el sufrido oyente ha de reconstruir el resultado del marcador. Siete, tres, setenta y tres. Ocho, tres, ochenta y tres. Otra bobada más. Como otras, esperemos que pase pronto.
Y que conste que me importa una infla el baloncesto.
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