Encuentro

Alrededor de la mesa, con los amigos, y los hijos de los amigos y los nuestros revoloteando alrededor, jugando sin parar.
Hubo canapés de caballa y anchoa sobre salmorejo, jamón ibérico de Salamanca, cecina de Astorga, almejas y langostinos a la plancha, incluso un centollazo. El vino, espléndido, Belondrade y Lurton y Quinta Apolonia. Rematamos con tiramisú, moscatel de Santi Santamaría y unas lagrimillas de Lagavulin.
Pasan las horas y los recuerdos se disipan poco a poco. Queda un calor doméstico, confortable, el de las amistades verdaderas.

Los premios Goya

Dejo aquí mi opinión sobre el festejo de entrega de los premios que el cine español se da a sí mismo. Conste, en primer lugar, que no vimos la fiesta completa. Sería demasiado tiempo perdido viendo televisión en vez de ver cine, que es de lo que se trata.
Gorbacho es voluntarioso, campechano y transmite libertad en lo que dice y como lo dice, pero con el gag de Volver la pifia. Las presentaciones de los candidatos a cada premio son escuetas, con dos voces diferentes para el nombre de la película y del candidato. Los premiados son obedientes y dan las gracias bajo presión, a pesar de los treinta minutos de garantía.
Estos premios se organizan con el objetivo principal de promocionar el cine español. Es decir, que si la gala es como debiera, tras verla debieran entrarnos unas ganas tremebundas de ver películas, a ser posible, españolas.
¡Já!.

The Drowning Pool (1.975)

Segunda y última entrega de la serie Harper. El detective luce canas en sus sienes y es contratado por un antiguo amor aparentemente vigente. En Nueva Orleans hay menos luz que en California y los enredos tienen un alcance sentimental y familiar que Harper trata de desembrollar. Es una película más redonda que la anterior de la saga, y la trama es más interesante, de principio a fin.
Hagamos notar la diferencia en la cinematografía de ambas películas. La primera es más luminosa, con más detalle, incluso los encuadres son más pudorosos y no se echan encima de los actores. La segunda, setentera, y con Gordon Willis manejando la cámara, ofrece planos más cerrados, con menos detalle, tratando, puede ser, de cuidar la imagen de los protagonistas, algo menos lozanos que en 1.966.
En cualquier caso, un buen rato de cine.

Hace un año

Novena entrega de Sólo dos y una reseñita de Sin City, la novela gráfica de Frank Miller llevada al cine por él mismo y Robert Rodriguez. Acabo de leer 300, también de Miller: El cómic moderno, un arte por descubrir.

Recomendación del día

300, Frank Miller

Les Rivières pourpres (2.000)

Policíaco francés dirigido por Mathieu Kassovitz. El comienzo de la película es prometedor. Envoltorio de lujo, buenas fotografía (Thierry Arbogast) y música (Bruno Coulais). Lentamente, sin más aspavientos que algún toque gore, vamos conociendo los mimbres de lo que parece ser una versión moderna de The boys from Brazil, pero ambientada en las montañas francesas. Por desgracia, la película se despeña en el último tercio. Y la solución dada por guionistas y director es pobre, confusa y atropellada. Una lástima, pues los actores dan la talla, especialmente Jean Reno y Vincent Cassel.

Harper (1.996)

Irrupción en pantalla de Paul Newman con el personaje de Lew Harper, que tendrá continuación en The Drowning Pool. Sus problemas matrimoniales se acumulan en un caso que nos permite conocer la soleada California antes del verano del amor y del invierno de las drogas.
Paul es amo y señor de la pantalla. No hay ninguna secuencia en la que no aparezca. Lo acompañan Robert Wagner, Lauren Bacall, Julie Harris, Shelley Winters y otros. El star-system está tocado, las estrellas brillan rebelándose contra el modelo en el que trabajan bajo las órdenes de los productores. Es ésta una obra para el lucimiento de Newman y todos sus tics, incluyendo un omnipresente chicle, su deambular cabizbajo, las carcajadas y el destello de sus ojos azules, marca de la casa. Una película menor que destaca por el colorido de la tierra prometida, el encanto de Paul Newman y un cierto toque naif que encontramos en la maldad de los malvados.
Conocí a Lew Harper en The Drowning Pool y me fascinó. Estuve años confundido confiado en que la película que había visto era Harper. Resuelto el entuerto, y con los dos DVD en mi estantería, mañana veré The Drowning Pool.

Niños

Visito a una madre atendida por otra madre. Un niño con un gorrito de lana duerme sobre un moflete extraordinario, como de cuento de hadas. Descansa sereno y respira aroma de bebé sano y feliz. Un revuelo de monjas nos distrae del gozo del momento, pero aún así no olvidamos lo que significan los niños: el camino de la felicidad.

Magnolia

Se desarrolla la acción en el valle de San Fernando, California.

Grand Canyon (1.991)

Buena película de Lawrence Kasdan, aunque le falta recorrido para ser redonda. La ciudad de Los Angeles es un escenario estimulante para guiones en los que se entrecruzan las vidas de personas desconocidas. Este género incluye películas como Short Cuts, Crash y Magnolia, aunque no estoy seguro respecto a esta última. Me refiero a que se desarrolle en LA, porque tengo muy claro que es una obra maestra.
En Grand Canyon los personajes merodean alrededor de la cuarentena y buscan un asidero al que agarrarse en el marasmo de una ciudad dura. Buenos actores (Danny Glover, Steve Martin, Mary McDonnell, Kevin Kline), banda sonora sencilla y una cinematografía discreta para una película que en cierto modo parece un esbozo de obras posteriores como Crash. Aún así, prefiero Grand Canyon a Crash, me parece más honrada y menos pretenciosa.

The Fifth Element (1.997)

Epopeya futurista en la que Bruce Willis y Mila Jovovich tienen que salvar la Tierra. La amenaza es un planeta vivo que palpita y habla por radio con Gary Oldman. Entre tanto, Ian Holm y Tricky pugnan por coger el vuelo al paraíso. Allí, una diva realmente única revelará el secreto al taxista que fue marine, Bruce Willis. La peripecia es narrada por un locutor fashion intergaláctico, Chris Tucker, que mientras no deja azafata viva llena de pluma y gallitos el hiperespacio. El Presidente de los Planetas Reunidos, Tommy Tiny Lister, negro y con un ojo de cristal, sortea reuniones y aduladores. El paticojo Gary Oldman recurre a unos extraños guerreros con aspecto canino que se dejan matar por el honor. Y todos vestidos por Jean Paul Gaultier.
Para el recuerdo, el salto de Mila Jovovich sobre una absurda ciudad llena de humo, velocidad y coches.

Entretenida película, todo un disfrute visual y musical. De Luc Besson. Que también hizo Jean Of Arc con Mila Jovovich, que por entonces era su novia. Ahora no lo sé. No me importa. Ayer lo pasamos bomba, que es de lo que se trata.

Nieve

Un libro que sirvió a un premio Nobel. También un meteoro que contemplo desde la cocina mientras preparo el rancho. Una pesadilla para el Ministerio de Fomento y un maná blanco y frío para los esquiadores. Poderoso aislante acústico que alfombró mi debut como miope corregido en una mañana del invierno leonés tan fría como luminosa. Mejunje de hielo para una albóndiga que nunca pasará por el horno.
Nieve.

Novedades

Harper
Con el agua al cuello
Deadwood, primera temporada
Planeta Prohibido
Terciopelo Azul

Hago las pruebas de rigor. Al comienzo de Harper Paul Newman nos enseña como cuidar el cutis con hielo. Después, en el arranque de Con el agua al cuello, lo vemos luchar contra el avisador acústico del cinturón de seguridad. De Deadwood sólo atisbo los títulos de crédito del primer episodio y huelo sangre y estiércol de caballo mientras palpo el calor febril del oro. Me sorprende el colorido del Planeta Prohibido y su banda sonora, tan electrónica como inocente. Eso sí, para inicio, el de Terciopelo Azul, con bomberos a cámara lenta, rosas rojas y amarillas contra las vallas blancas, señores regando, tormenta de escarabajos entre la hierba y …
De nuevo el eterno dilema, encontrar la solución a por dónde empezar.

iPhone

Leyendo Microsiervos llego hasta esto. A un paso de volvernos todos locos con la tecnología.

Lista de espera

Sunrise

Fanny y Alexander

Twin Peaks

The horse soldiers

Hana-bi

Caché

The wings of eagles

Syriana

The Terminal

Yojimbo

True Romance

Deadwood

Forbidden Planet

The Asphalt Jungle

The lost patrol

Fotos

De vez en cuando enviamos fotografías a revelar. La tecnología permite hacerlo sin salir de casa. Al cabo de un par de días llegan en un sobre blanco. Este último y voluminoso envío incluye fotografías del año dos mil cinco. Las revisé hace un rato y los días pasados se plantaron sobre la cama, con el viento del mar y el calor del verano. Y claro, la torrentera de recuerdos. El tacto del papel es más estimulante que la pantalla del ordenador. Las fotos brillan y espejean en mis manos. Hay carruseles, cumpleaños, playas, el mar, toboganes, tartas, dientes de leche y encías al aire. Asoman unos rostros perfectos, con fantásticas sonrisas y muecas ingenuas.
Me pasmo contemplando a los niños en el espigón de Camelle, mirando al futuro, dando la espalda a su padre, que algún día será, también para ellos, un recuerdo.

The Bourne Identity (2.002)

Primera entrega de la serie Bourne. Vuelvo sobre ella tras ver recientemente The Bourne Supremacy, lo que permite comprobar la evolución del personaje y de la cinematografía. Me gusta más la segunda entrega. Tal vez la mano de Paul Greengrass lo explique. La cámara está más firme, no hay extrañas aceleraciones ni ralentizaciones en las escenas de acción, que son más realistas si cabe en Supremacy que en Identity, Matt Damon encaja bien con este asesino programado por la CIA. Es firme, se activa de manera fulminante en situaciones de riesgo, y tiene un cierto lado humano aunque predomine, por encima de todo, su instinto de supervivencia. Esto último me parece lo más conseguido, la manera en la que resuelve las situaciones comprometidas sin sufrir momentos McGyver.
Hay tercera entrega en marcha. Bien.

Recomendación del día

an experimental fusion of hip-hop and jazz, hosted by Guru

Cheyenne Autumn (1.964)

John Ford se acerca a la despedida del cine con esta película pensada para saldar deudas con los nativos americanos. Excelentes fotografía de William Clothier y banda sonora de Alex North.
Hay un episodio pretendidamente cómico en Dodge City, donde James Stewart ejerce de Wyatt Earp, y es marshall, cirujano y tahúr. No me gusta tal y como está insertado. Tampoco me convence Sal Mineo, con el Método supurándole por la piel. Richard Widmark, Montalbán, Karl Malden, Dolores del Río, Edgard G. Robinson están magníficos, pero no pueden con el cansancio del maestro.

Frank Sinatra

Leo Las estrellas de Hollywood por Peter Bodganovich, del director y estudioso del cine del mismo nombre. John Wayne, James Stewart, Marlene Dietrich, Dean Martin, Lilian Gish, Audrey Hepburn, Cary Grant y otros tantos son evocados con cariño, respeto y memoria selectiva por Bodganovich.
Me llaman la atención especialmente Jerry Lewis y Frank Sinatra. El primero aparece descrito como un vendaval de energía creadora, un alma generosa y un fino analista del negocio del entretenimiento. Sinatra es un icono del siglo XX, un cantante y actor que ha trascendido como pocos. Quizá The Beatles, Chaplin y Elvis lo acompañen en ese firmamento de artistas universales. Su vida, en el escaparate público desde los años cincuenta, pertenece al imaginario colectivo, aquel en el que las conferencias telefónicas con Ava Gardner se acompañan al piano, las juergas con el Rat Pack están anegadas de humo e incluso sus ¿relaciones? con la Mafia están brillan a la luz de los neones de los casinos de Las Vegas. Estuvo por aquí, tuvo un rifirrafe con la mejor policía del mundo por un quítame allá esas pistolas, y acabó jurando que nunca volvería por España mientras viviera Franco, como Tarradellas. Apoyó a Kennedy y después a Reagan, y siempre puso por encima de todo la libertad individual, de la que él disfrutó como nadie.
Un artista que luchó por sus derechos contra Tommy Dorsey, que estuvo sin contrato después de llegar a lo más alto durante los cuarenta y los cincuenta, y que se reinventó en Reprise (hogar de Neil Young durante años). Dicen que siempre suena en alguna emisora del mundo una canción de Sinatra, a cualquier hora del día o de la noche.
Lo recuerdo entrañable y frágil interpretando a Maggio en From here to eternity, aquel prodigio de película en blanco y negro con estrellas de colores (Burt Lancaster, Donna Reed, Deborah Kerr, Monty Clift y el propio Sinatra). Se retiró en mil novecientos setenta y uno pero regresó unos años después. Tras un especial fallido para la televisión, reventó el Madison Square Garden en octubre del setenta y cuatro. Ayer lo estuve disfrutando en DVD, The Main Event – Live. Él sólo, subido a un cuadrilátero como un púgil algo fondón y pícaro, con unos ojos azules tiernos y requemados, rodeado por los cuatro costados, cantando como nunca, llevando y trayendo al público de la mano.
Ahora caminamos juntos, siento su respiración y su fraseo perfecto, su dicción inigualable, su estilo, Fly me to the moon, let me play among the stars

Hotel Tierra (2.006)

Dietario escrito por Sabino Méndez, miembro que fue de Loquillo y los Trogloditas en los primeros ochenta. Un trayecto desde el músico yonki hasta el licenciado en Literatura que participa en la gestación de Ciudadanos de Cataluña. Más allá del morbo de la vida con el grupo legendario, descubrimos a un individuo inquieto, con un enérgico empeño de construirse una cultura. Somos testigos de sus balbuceantes escritos de los primeros años, y llegamos a episodios muy interesantes sobre Teoría de la Literatura, la movida y la posmodernidad, la enfermadaz, la paternidad (tremendo el pasaje sobre la monitorización del feto de su hijo). Inolvidable el pasaje en el aeropuerto, un ejemplo de vigor narrativo y sentido del humor.
Leído de un tirón.

Recomendación del día

Todo el material Golpes Bajos, todas sus grabaciones, que incluye No mires a los ojos de la gente, A Santa Compaña y Devocionario. Buenos instrumentistas (Novoa y Cardalda), mejores compositores (Cardalda y Coppini), y un cantante con carisma, Germán Coppini.

Lo mejor de los años ochenta del siglo XXI.